Cultivo de Orquideas

Orquideas: Conocidas desde tiempo inmemorial por la extrema hermosura de sus flores, de un tiempo a esta parte se han venido introduciendo algunas especies para el cultivo de orquideas en interiores.

Orquideas variedades

Pocas familias vegetales poseen tan colosal cantidad de especies como las orquideas y variedades. Los 750 géneros que de ellas se conocen agrupan unas 20.000 especies, de las que, a su vez, existen infinidad de variedades diferentes.

La diversidad preside también sus ámbitos de distribución, pues, aunque casi la mitad de ellas vive en las zonas tropicales del planeta, es posible también encontrarlas en todo tipo de climas de espacios naturales. Sin ir más lejos, en España habitan unas 100 especies, que colonizan desde los hayedos y robledales del norte de la Península hasta las áridas zonas esteparias del centro y sur.

Entre toda esta pluralidad vegetal podemos encontrar plantas perennifolias y semiperennifolias, según pierdan o no la totalidad de sus hojas al final de su período de desarrollo anual. Además, se suele distinguir entre orquideas epífitas y orquideas terrestres, atendiendo al hecho de que crezcan sobre la superficie de otros vegetales o en el suelo. La mayoría de las orquideas tropicales echan raíces sobre los troncos de los árboles, es decir, son epífitas, mientras que las propias de climas fríos lo hacen sobre el terreno, desarrollando en todos los casos pequeños bulbos.

Cultivo de Orquideas de interior

En realidad no es fácil cultivar orquideas de interior. Son plantas exigentes que requieren ser cuidadas con esmero, pero si se les presta la atención que precisan, recompensarán nuestros esfuerzos con una de las floraciones más exquisitas que pueda desearse.

Al género Cymbidium pertenecen algunas de las especies más bellas y aclimatables de orquídeas de interior. Mantenidas en maceta, crecen de forma desparramada hasta alcanzar un metro de altura. En invierno o verano, según las especies, producen grupos de flores carnosas que alcanzan toda la gama posible en lo que a colorido se refiere; si se cortan o introducen en agua, la duración de estas flores puede superar todas nuestras previsiones.

Las Paphiopedilum, más conocidas como zapatillas de Venus, son orquideas epifitas de tamañomás modesto que las Cymbidium. Están formadas por rosetas de fuertes hojas, de cuyo centro nace en primavera un péndulo largo y vigoroso sobre el que más tarde aparecerán las flores. Estas pueden ser de color verde, amarillo o crema, con estrías o pigmentaciones irregulares en algunas variedades de Paphiopedilum.

Otro género de epífitas de cultivo asequible es el Phalaenopsis. A él pertenecen unas 70 especies que se reconocen con facilidad por el grupo de hojas anchas y ligeramente arqueadas que conforman su estructura. En el mercado se encuentran representadas por ejemplares de orquideas de colores diversos: desde el blanco puro hasta el rosa, con modificaciones varias en forma de estrías rojas, verdes, etc.

Como ya hemos explicado, la riqueza varietal de la familia de las orquideas es inmensa, por lo que la enumeración de las variedades de orquideas es poco menos que imposible (Cattleya, Cypripedium, Oncidium, Vanda, etc).

Orquideas cuidados

Salvo excepciones, las orquideas rechazan el sol directo. En el cultivo de orquídeas se prefiere una situación en la que disfrutando de abundante claridad, la luz sea ligeramente difusa.

Siendo las orquídeas, como son, plantas de singular belleza se bastan a sí mismas para causar una magnífica sensación, en especial los ejemplares de cierta envergadura. No obstante, sobre todo las de porte reducido, resultan interesantes si en un espacio amplio se agrupan diferentes variedades.

Los cuidados de las orquideas varían sensiblemente de unas especies a otras. Así, mientras las del género Phalaenopsis necesitan de temperaturas elevadas durante todo el año, las Cymbidim y las Paphiopedilum gustan de cierto grado de frescura durante el proceso de formación de las flores.

El riego de orquídeas es delicado. Aunque durante la primavera y el verano puede hacerse con cierta generosidad, con la llegada del invierno deberemos obrar con extrema prudencia y limitar nuestras acciones al mantenimiento de un ligero grado de humedad en la tierra.

En el substrato debe predominar la materia orgánica. Una mezcla de turba, hojas, musgo y arena satisfará por igual las exigencias de muchas especies.

Por lo general, si se mantiene un buen grado de humedad ambiental, son poco frecuentes los problemas fitosanitarios. En lugares secos pueden aparecer brotes de pulgones, cochinillas y ácaros, además de producirse amarilleamiento en las hojas.

Multiplicación de orquideas

Cuando las matas de orquideas comiencen a manifestarse masificadas en exceso, podemos dividirlas en primavera, poniéndolas a enraizar en condiciones de humedad elevada.

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